“Durante un combate en Shuyaia [en el norte de Gaza], el ejército identificó erróneamente a tres rehenes israelíes como una amenaza. Como resultado, las tropas dispararon contra ellos y murieron”. Así han reconocido este viernes las Fuerzas Armadas de Israel haber abatido a tres de los 132 secuestrados el 7 de octubre que quedaban en la Franja. Tras el incidente, los soldados hicieron “búsquedas y controles en la zona” y surgió la “sospecha” de que los cadáveres no eran de milicianos palestinos. Los trasladaron a Israel, donde se confirmó que correspondían a Alon Lulu Shamriz, Yotam Haim y Samar Talalka, todos en la veintena. “Creemos que los tres huyeron o fueron abandonados por los terroristas que los mantenían cautivos. Es un error trágico que investigaremos completamente”, ha indicado el portavoz militar, Daniel Hagari.
El anuncio ha llevado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; al ministro de Defensa, Yoav Gallant; y al político más popular y parte del gabinete reducido de guerra, Benny Gantz, a subrayar la importancia de traer de vuelta a los rehenes. “Incluso esta tarde difícil, nos recuperaremos de nuestras heridas, aprenderemos las lecciones necesarias y continuaremos nuestro esfuerzo supremo por traer de vuelta a todos los rehenes sanos y salvos”, ha señalado Netanyahu en un comunicado.
“Nuestra responsabilidad es ganar esta guerra y parte de esta victoria es traer de vuelta a casa a los rehenes. Haremos todo lo posible para traerlos de vuelta con vida. Todo”, ha escrito por su parte Gantz en la red social X, antes llamada Twitter. “Mi corazón está con las familias de los rehenes y también con los soldados que están en las profundidades [de Gaza] llevando a cabo una misión compleja e importante como no hemos visto nunca desde el establecimiento del Estado [de Israel en 1948]”.
Antes de conocerse las muertes, el canal 12 de la televisión israelí apuntó a que los familiares de los rehenes estudian iniciar una huelga de hambre. El motivo: días de informaciones sobre la parálisis del proceso negociador, en el que median Qatar, Egipto y Estados Unidos y que permitió a finales de noviembre un canje por presos palestinos y alto el fuego que duró una semana.
Ataques desde Yemen
El incidente se produce el mismo día en que una serie de ataques desde Yemen, que se suman a los lanzados en los últimos días, han provocado una escalada que pone en jaque el comercio mundial en la crucial ruta del mar Rojo y el océano Índico. La danesa Maersk, una de las mayores navieras del mundo, ha anunciado que suspende todas sus operaciones en el mar Rojo.
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Los hutíes, los rebeldes proiraníes que controlan gran parte de la costa yemení del mar Rojo, han reiterado en las últimas semanas que pretenden evitar que cualquier barco relacionado con Israel navegue frente a sus costas, en represalia por la invasión de Gaza. Estados Unidos ha confirmado que dos barcos han sido atacados este viernes con drones y misiles antibuque en el estrecho de Bab el Mandeb, paso natural entre el mar Rojo y el océano Índico.
Los hutíes afirmaron este viernes haber llevado a cabo una “operación militar contra dos buques portacontenedores, el MSC Alanya y el MSC Palatium III, que se dirigían a Israel”. Los barcos fueron atacados con dos misiles “después de que sus tripulaciones se negaran a responder a las llamadas de las fuerzas navales yemeníes”, afirmó un portavoz de los hutíes, Yehya Sari, durante una protesta en apoyo a los palestinos organizada en Saná, la capital yemení, que las milicias proiraníes controlan desde 2014. Fuentes estadounidenses han confirmado a las agencias Reuters y France Presse que dos navíos habían sido atacados este viernes desde territorio yemení.
Maersk suspenderá todo el tráfico de sus navíos a través del mar Rojo. “Tras un incidente que estuvo a punto de afectar ayer al buque Gibraltar y otro más hoy en el que se ha visto involucrado un portacontenedores, hemos decidido pausar nuestras operaciones a través del estrecho de Bab el Mandeb hasta nuevo aviso”, ha anunciado este viernes la compañía en un comunicado.
La alemana Hapag-Lloyd, propietaria de uno de los barcos atacados este viernes, ha informado poco después de que suspende sus operaciones en el mar Rojo al menos hasta el próximo lunes. La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, ha exigido a los rebeldes yemeníes que pongan fin “de inmediato” a los ataques en la zona a buques mercantes civiles. “No solo ponen en peligro la seguridad de Israel, sino que amenazan el transporte marítimo internacional”, ha declarado en rueda de prensa.
Por su parte, la Marina británica alertó este viernes de tres incidentes hasta el momento en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, el día que más advertencias ha enviado en todo el año, según su página web oficial.
En otro incidente cercano, el buque Ruen ha sido secuestrado a unas 380 millas náuticas de la isla yemení de Socotra. El buque con 18 tripulantes de Bulgaria, Myanmar y Angola pertenece a la compañía estatal búlgara Navibulgar y se desconoce qué grupo secuestró la embarcación. El Gobierno búlgaro ha confirmado el secuestro. La fragata de la Armada española Victoria, integrada en la operación Atalanta de la Unión Europea que lucha contra la piratería en el océano Índico, se dirige al rescate del carguero búlgaro, según ha informado Eunafvor (Fuerza Naval de la UE) en la red social X.
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