Macron recibe a Xi Jinping con recelos mutuos por la guerra de Ucrania y las tensiones comerciales | Internacional

Las diferencias sobre la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales entre China y la Unión Europea dominan la visita de Estado este lunes y martes a Francia del líder chino, Xi Jinping. El anfitrión, Emmanuel Macron, espera convencer a su invitado para que use su influencia en Moscú para contribuir a resolver el conflicto. Además, los europeos presionan a la primera potencia comercial para que “juegue limpio” y evite que, con sus exportaciones masivas de vehículos eléctricos y otros productos, acelere la “desindustrialización” de Europa.

“Una China que juegue limpio es buena para todo”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que participó el lunes junto a Macron en la primera de las reuniones con Xi. “Al mismo tiempo, Europa no vacilará a la hora de adoptar decisiones duras para proteger su economía y su seguridad.”

Xi, por su parte, busca cultivar a un dirigente europeo que promueve la llamada autonomía estratégica, concepto que Pekín interpreta como una voluntad de mantener una posición de equilibrio entre su país y la potencia rival, Estados Unidos. Además de Francia, el líder chino visitará Serbia y Hungría, los dos países de Europa más próximos a la órbita de Pekín.

“A medida que el mundo entra en un nuevo periodo de turbulencias y transformaciones, China y la UE, como dos fuerzas importantes en el mundo, deben seguir considerándose mutuamente como socios”, ha reclamado Xi durante el encuentro con Macron y Von der Leyen, según la nota de la entrevista trilateral emitida por Pekín. Además, ha llamado a “profundizar la confianza mutua estratégica” entre Bruselas y Pekín, y “trabajar por un crecimiento estable y sólido de los lazos”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, a la derecha, da la bienvenida al presidente de China, Xi Jinping, antes de su reunión en el Palacio del Elíseo, este lunes 6 de mayo, en París.Christophe Ena (AP/ LaPresse)

Von de Leyen fue más explícita al salir de la reunión y denunció, en una declaración sin preguntas, que China “está inundando el mercado europeo” con “productos subsidiados” que no encuentran salida en su mercado interno. “He animado al Gobierno chino a que resuelva este exceso de capacidad”, dijo. También incidió en que Pekín evite las “prácticas de distorsión del mercado” que pueden provocar “la desindustrialización” de la Unión Europea.

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La primera jornada concluirá con una cena de Estado en el Elíseo, un espacio menos vistoso y significativo que el palacio de Versalles, que acogió en septiembre la cena de Estado en honor al rey Carlos III de Inglaterra. Macron y Xi se desplazarán el martes, acompañados de sus esposas, a los Pirineos y el puerto del Tourmalet, paisaje pintoresco y con resonancias ciclistas próximo al pueblo donde vivía la abuela del presidente francés y donde este pasaba temporadas de pequeño. Es un marco más íntimo, donde se puede fomentar un “diálogo franco y amistoso”, según una fuente del Elíseo.

El dirigente chino pretende convencer a la UE —con Francia a la cabeza— de que dé marcha atrás en su política de “reducción de riesgos”, que podrían limitar las exportaciones del gigante asiático al bloque comunitario, especialmente en los sectores vinculados a la transición verde, en los que China se ha convertido en líder mundial.

Xi ha propuesto “profundizar la cooperación en innovación y promover conjuntamente el desarrollo ecológico”, según un comunicado de Pekín emitido el domingo. Y se ha mostrado abierto a las inversiones del sector en este país: “Algunas empresas chinas han instalado fábricas de baterías en Francia. El Gobierno chino apoya que más empresas chinas inviertan en Francia. Y esperamos que Francia garantice que operan en un entorno empresarial justo y equitativo”.

Ucrania, asunto clave

El cara a cara con Macron será la primera oportunidad de trasladarle, desde suelo europeo, la visión sobre la agresión rusa a Ucrania. El asunto será clave, dada la cercanía entre el chino y su homólogo ruso, Vladímir Putin, que tiene previsto visitar Pekín en mayo.

“China comprende las repercusiones de la crisis ucrania en la población europea”, ha asegurado Xi desde París, según el citado comunicado de Pekín. En él, defiende el papel “constructivo” de China en lo que llama “crisis”, pero no “guerra”, un término al que nunca se ha plegado Pekín, igual que tampoco ha condenado la invasión. “Cuanto más se prolongue la crisis ucrania, más daño causará a Europa y al mundo”, prosigue Xi. “Estamos dispuestos a trabajar con Francia y con toda la comunidad internacional para encontrar una salida razonable a la crisis”.

En su declaración, Von der Leyen afirmó: “Contamos con China para que use toda su influencia sobre Rusia para acabar con la guerra de agresión rusa contra Ucrania”. Y explicó que en el encuentro con Xi y Macron se abordó “el compromiso chino de no proveer ningún equipamiento letal a Rusia”.

La invitación cursada por el Elíseo se encuadra en las celebraciones del 60º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, y responde a la visita de Estado de Macron a China hace un año. La presidenta de la Comisión Europea ya acompañó al francés en su visita a China el 2023. Macron ha querido siempre dar una dimensión europea a la relación de Francia con Pekín.

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