Zelenski y Stoltenberg piden más apoyo a Ucrania ante posibles ataques de Rusia al sistema energético durante el invierno | Internacional

El sol todavía bañaba inusualmente Bruselas este miércoles de octubre, pero las temperaturas cada vez más frescas eran un recordatorio de que los meses más fríos están a punto de llegar. Un nuevo invierno que Rusia pretende usar como “arma de guerra” contra Ucrania, advirtió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al recibir en la sede de la Alianza Atlántica al presidente Volodímir Zelenski, llegado por sorpresa la víspera a la capital belga. Ambos coincidieron en la necesidad de mantener y reforzar los apoyos internacionales a Kiev —que reclama sobre todo más sistemas de defensa aérea—, pese a otros conflictos bélicos en el mundo como el de Israel, especialmente ante una nueva temporada de frío, que es clave en una guerra que se prolonga ya casi dos años, sin visos de acabar.

“Vemos cómo el presidente Putin está preparándose una vez más para usar el invierno como un arma de guerra, es decir, atacando el sistema energético, la infraestructura de gas. Tenemos que prevenir esto”, dijo Stoltenberg ante una nueva cita del Grupo de Contacto para Ucrania, la reunión liderada por Estados Unidos de la coalición de más de 50 países aliados de Ucrania en el marco de la invasión rusa. En el encuentro se esperan nuevos anuncios de apoyo de asistencia militar al país asediado. Washington ha aprovechado esta cita para reiterar su apoyo a Kiev, pese a las batallas internas en su Congreso y al nuevo frente internacional abierto tras el ataque de Hamás en Israel. “Estados Unidos estará al lado de Ucrania el tiempo que haga falta”, aseveró el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin.

“Tenemos que ganar la batalla de invierno contra el terror” ruso, subrayó por su parte Zelenski ante los micrófonos de la prensa, primero, y ante los ministros de Defensa del también denominado Grupo de Ramstein después. Ante los ministros, desplegó las “prioridades” y “peticiones concretas” de Ucrania para continuar su defensa en los próximos meses: más armas, sobre todo sistemas de defensa aérea y misiles de largo alcance, además de más artillería.

“Los necesitamos, y los necesitamos en puntos geográficos muy concretos del territorio para salvar las redes energéticas, para salvar a gente y para salvar las rutas del grano para África y el mundo”, declaró. “Con capacidades de defensa aérea mayores y más avanzadas podemos marcar una gran diferencia”, corroboró Stoltenberg, quien adelantó que durante la jornada varios países harán anuncios de nuevas contribuciones. Unos aportes que Kiev espera que sean amplios, porque Ucrania necesita también artillería y más misiles de largo alcance “para echar a Rusia”, subrayó Zelenski. El presidente ucranio también recordó que una mejor defensa de su país significa más seguridad para Europa: “No caerán misiles y drones en Rumania o Polonia si no logran superar la protección de los cielos ucranios”, remarcó.

Zelenski llegó por sorpresa la noche del martes a Bruselas, según medios locales. Se trata de su segunda visita oficial a la capital belga, después de la que realizó en febrero, cuando pronunció un discurso ante el Parlamento Europeo y mantuvo un encuentro con los líderes de los Veintisiete.

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Esta, su primera visita a la sede de la OTAN —alianza en la que Kiev ansía integrarse un día no muy lejano—, responde también a una ofensiva diplomática ucrania para evitar que nuevos conflictos, como el que se desató este fin de semana en Oriente Próximo con el ataque inesperado de Hamás a territorio israelí, no alejen la atención de la ofensiva rusa a Ucrania, que la semana que viene cumple 600 días. En este sentido, Zelenski no ha dudado en establecer un vínculo entre los dos conflictos. “A terroristas como a Putin o a Hamás les gusta mantener rehenes a naciones libres y democráticas, y ansían tener el poder sobre aquellos que buscan la libertad”, dijo ante los ministros de Defensa del Grupo de Ramstein. “Los terroristas no van a cambiar, por esto tienen que perder y eso significa que tenemos que ganar. Tenemos que hacerlo. Requiere paciencia, y requiere apoyo constante y continuo”, instó ante sus aliados internacionales.

La ministra de Defensa en funciones española, Margarita Robles, ha asegurado que el apoyo a Ucrania es “sin fisuras” por parte de todos los aliados. “Ha quedado claro hoy aquí que el apoyo a Ucrania es un apoyo sin fisuras (…). Los 50 países que están en este formato de Ramstein hemos puesto de relieve que la causa de Ucrania es una causa justa y es una causa que todos compartimos, porque defendiendo los valores que defiende Ucrania estamos defendiendo nuestros propios valores”, ha dicho al término del primer encuentro.

Tras participar en la reunión matinal en la sede de la OTAN, el presidente ucranio se reunió con el primer ministro belga, Alexander De Croo, en un almuerzo de trabajo al que también asistieron los ministros belgas de Exteriores, Hadja Lahbib; Defensa, Ludivine Dedoner, y Ayuda al Desarrollo, Caroline Gennez. Además de la próxima presidencia belga de turno de la UE, en el menú del encuentro figuró la cuestión de las sanciones a los diamantes rusos, tema que Bélgica bloqueó durante bastante tiempo, aunque ahora se ha abierto a un proceso que permita rastrear el origen de las piedras preciosas, así como una nueva entrega de armamento belga a Ucrania, especialmente aviones F-16.

Tras una primera negativa, el Gobierno de coalición belga —que ya participa en la operación internacional de entrenamiento de pilotos— se había abierto también en las últimas semanas a la posibilidad de entregar entre dos y cuatro aparatos viejos, informó el diario Le Soir. Según ha anunciado ahora De Croo, Bélgica podrá entregar aviones F-16 a Ucrania “a partir de 2025”, aunque ha precisado que la tarea corresponderá al nuevo Gobierno que surja de las elecciones de junio del año que viene. Según Le Soir, Bélgica está actualmente, con 45 aparatos operativos, al límite de su capacidad, a la espera de la llegada de los primeros F-35 que sustituyan a su actual flota. Algo que como pronto empezará a suceder en mayo del año que viene, con dos primeros cazas, aunque para recibir los cuatro siguientes el país europeo deberá esperar hasta 2025. Por eso, el Gobierno había encargado a la ministra de Defensa un análisis “objetivo” sobre la posibilidad de entregar “algunos” F-16 vetustos a Ucrania.

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