Biden avisa a Israel de que EE UU no participará en una posible contraofensiva
El presidente estadounidense, Joe Biden, de común acuerdo con los responsables de su equipo de seguridad nacional, ha comunicado a las autoridades de Israel que Estados Unidos no participará en ninguna contraofensiva contra Irán, en un intento de contener el riesgo de una guerra regional más amplia tras el ataque coordinado de misiles y aviones no tripulados iraníes contra Israel.
En una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a última hora del sábado, Biden trató de enmarcar la interceptación por parte de Israel de la embestida iraní como una gran victoria, con la sugerencia de que era innecesaria una mayor respuesta israelí.
Biden dijo al primer ministro israelí que debía considerar el sábado como una victoria porque los ataques de Irán habían sido en gran medida infructuosos y demostraban la superior capacidad militar de Israel, según afirma un alto funcionario de la Administración amparado en el anonimato. También testimonió el “férreo apoyo” de Washington a la defensa de Israel, pero no hasta el extremo de secundar una hipotética contraofensiva israelí.
Los detalles de la conversación, revelados este domingo por la cadena CNN y el diario The Wall Street Journal, coinciden con las declaraciones a la primera de John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, sobre la “superioridad militar” de Israel a la hora de evitar daños generalizados, prueba, a juicio del portavoz, de que Irán no era la “potencia militar que dice ser”.
Aunque los funcionarios estadounidenses insistieron a sus homólogos en que la decisión final sobre cómo responder a Irán corresponde a Israel, Biden trata de evitar por todos los medios una escalada más amplia del conflicto, indeseable en plena campaña para las elecciones de noviembre. No obstante, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha pedido a su homólogo israelí, el ministro Yoav Gallant, que notifique a EE UU con antelación cualquier posible respuesta al ataque iraní, según otro funcionario estadounidense.