para apoyarlo, Podemos le exige entrar en el nuevo gobierno

Pasaron ya casi dos meses desde que en España se celebraron elecciones generales y el socialista Pedro Sánchez, presidente en funciones hasta que se forme un nuevo gobierno y candidato a la reelección, no hace más que sumar presiones que, lejos de favorecer una pronta investidura, acercan cada vez más la posibilidad de una repetición electoral.

Sánchez está cada vez más “cercado” por las condiciones que otros partidos políticos le están imponiendo a cambio de facilitar su reelección.

Al polémico pedido de amnistía que exige el independentismo catalán del ex presidente Carles Puigdemont, considerado en España un prófugo de la Justicia por haber huido a Bélgica luego de declarar la independencia de Cataluña en 2017, se suma la exigencia de Podemos, el partido populista de izquierda con el que el PSOE de Sánchez gobierna en coalición desde 2020.

A cambio de volver a dar el visto bueno a una investidura del socialdemócrata, Podemos exige entrar en el futuro gobierno.

Este sábado, en un acto en Madrid, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, fue clara al expresar que el próximo Ministerio de Igualdad debe permanecer en manos de Irene Montero, la polémica ministra que tantos dolores de cabeza le provocó a Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez y el ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, en una imagen de archivo. Foto: AFP

Porque para que haya un nuevo presidente, el candidato debe ser ungido por los apoyos de la mitad más uno de los 350 diputados del Parlamento. Y ni Sánchez, por el PSOE, ni Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular, lo han conseguido en las urnas.

Queda, entonces, afilar el lápiz y convencer a otras fuerzas políticas para sumar las adhesiones necesarias.

El turno de Núñez Feijóo

En este océano de especulaciones, la única certeza que el calendario político ofrece a los españoles es el debate de investidura que intentará Alberto Núñez Feijóo, el candidato que resultó más votado en las elecciones generales del 23 de julio.

Por este motivo, el rey Felipe VI, como jefe del Estado, le encomendó la formación de un gobierno que, por ahora, no tiene posibilidades de ver la luz.

Núñez Feijóo no cuenta hasta hoy con los 176 apoyos parlamentarios que necesitaría para convertirse en presidente y, por eso, del debate de investidura previsto para el 26 y 27 de septiembre es altamente probable que no surja un nuevo jefe del gobierno.

Esta es la premisa sobre la que Pedro Sánchez trabaja para que, una vez que haya fracasado la investidura de Núñez Feijóo, el rey le encomiende a él, que salió segundo en las elecciones, formar gobierno.

Pero tampoco lo tiene fácil. No reúne de antemano los apoyos indispensables para conseguir la confianza del Parlamento y lleva semanas tanteando e intentado seducir a otras fuerzas políticas.

Es, sin embargo, el candidato que más opciones tiene de “abrochar” acuerdos con otros partidos de izquierda y con los independentistas vascos y catalanes, como ya hizo para lograr su última investidura, en enero de 2020.

Alberto Núñez Feijoo, líder del PP, fue el más votado, pero no le alcanza para formar gobierno en España. Foto: AFP  Alberto Núñez Feijoo, líder del PP, fue el más votado, pero no le alcanza para formar gobierno en España. Foto: AFP

Las condiciones de Podemos

“Es imprescindible que Irene Montero y su equipo sigan al frente del Ministerio de Igualdad. Y lo propongo formalmente”, dijo este sábado Ione Belarra en el Teatro Bellas Artes de Madrid, donde Podemos convocó a un acto.

El partido que surgió del movimiento ciudadano de los indignados en 2014 está en pleno replanteo.

De los 35 diputados que obtuvo en las elecciones de 2019, sólo pudieron conservar 5 en los comicios de julio a los que se presentaron dentro de la coalición de izquierdas de Sumar, el partido de la ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, que debutó este año en las urnas.

Su presencia en el gobierno de coalición como socio minoritario resultó casi siempre incómoda para Pedro Sánchez y el partido lleva meses deshilachándose.

Luego de que Pablo Iglesias renunciara a la conducción de Podemos y se retirara de la política en 2021 -tras obtener un triste resultado electoral como candidato a presidente de la Comunidad de Madrid-, el partido sufrió desgaste político y social con algunas iniciativas parlamentarias: la más escandalosa, tal vez, fue la ley de libertades sexuales, llamada del “sólo sí es sí”, que al borrar la diferencia entre abuso y agresión sexual modificó las condenas a los agresores y resultó beneficiando a cientos de violadores que vieron sus penas reducidas.

El último trago amargo de Podemos fue “licuarse” en Sumar, la nueva formación política liderada por Yolanda Díaz.

“Podemos ha sido sometido a un proceso que no se puede llamar de unidad. Un proceso injusto que ha derivado ademas en la pérdida de votos y de escaños. Acuerdos en estas condiciones no se pueden volver a repetir”, reflexionó Belarra este sábado.

Mientras tanto, el independentismo catalán -Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, el partido de Puigdemont- piden al PSOE acelerar las negociaciones.

Junts, heredero de Convergència i Uniò y de profundas raíces independentistas de derecha, exige al gobierno una ley de amnistía para el ex presidente catalán y para miles de personas que colaboraron con el intento separatista.

Y la exigen antes de que Sánchez se presente a una posible investidura.

Hay tiempo hasta noviembre. Si para entonces España no tiene un nuevo gobierno, los españoles tendrán que volver a las urnas en enero del año que viene.