Los posibles sucesores de Putin: estos son los candidatos

Los posibles sucesores de Putin: estos son los candidatos

«Ahora eres rey; solo tienes que reinar. ¿Y qué es reinar? Esperar el momento en que serás depuesto, en que tendrás que despedirte del trono, de la corona y de tu cabeza», Italo Calvino describió claramente las tribulaciones de aquéllos que se han elevado al poder. Tal como aconsejan los autores de ‘El manual del dictador’ para mantenerse en la más alta posición hay que gobernar a la caza de cabezas, librándose de potenciales alborotadores, pero advertido de los peligros de la meritocracia, porque contar con ministros demasiado competentes es un peligroso error, es mejor tener leales incompetentes que rivales competentes.

Además «la autocracia no tiene que ver con el buen gobierno, tiene que ver con lo que es bueno para el dirigente» afirman Mesquita y Smith, autores del manual, que inciden en la importancia de mantener en vilo a la propia coalición. «La familiaridad genera desprecio. La mejor manera de seguir en el poder es hacer que la coalición siga siendo pequeña, y lo que es crucial, asegurarse de que haya muchos sustitutos para sus componentes».

Los posibles sucesores de Putin

Por eso en medio del caos reinante, Putin solo sigue buscando ser el sucesor de sí mismo, pero ello no ha impedido que desde que se han ido acumulando fracasos que han hecho mella en la estela del líder se haya desatado una quiniela ávida de nombres que cumplan el papel de suplente, bajo la amenaza siempre presente de tener un mini-Putin o una versión de ‘un Putin desatado’ y más peligroso que el ya existente. Eso implica una lucha dentro del propio Kremlin que Winston Churchill, primer ministro británico ya comparaba en su tiempo con «una pelea de bulldogs debajo de una alfombra». Entre los hombres que se barajan destacan:

Nikolai Patrushev, el espía y ‘gran halcón’

Mucho se ha hablado de los oligarcas rusos, pero se considera que los candidatos favoritos realmente están entre los silovarcas. Una élite política y empresarial de Rusia que surgió de los servicios secretos. Un término que combina las palabras oligarca y siloviki y que según Daniel Treisman, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de California que lo acuñó «los oligarcas no tienen tanta influencia política como se cree, los silovarcas son más poderosos». Entre ellos el nombre de Nikolai Patrushev ha resonado más que ninguno.


Nikolai Patrushev

Patrushev es uno de los hombres más cercanos a Putin desde los tiempos en que trabajaba para la KGB, en San Petersburgo. Fue el escogido por Boris Yeltsin tras el desmoronamiento de la Unión Soviética para estar al frente de la FSB, (la nueva KGB). Actualmente es el director del Consejo Nacional de Seguridad de Rusia. Muchos le llaman el gran ‘halcón’ del presidente, mientras que el experto en Rusia, Mark Galeotti lo califica como «el hombre más peligroso de Rusia». Sir Richard Dearlove, que fue jefe del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido de 1999 a 2004, llegó a afirmar que el candidato número uno a suplir a Putin es él.

Nikolai Patrushev a semejanza de Putin sostiene que Occidente quiere dividir a Rusia como país, y Ucrania es la forma con la que pretenden conseguirlo. Patrushev tiene posturas radicales, dos meses después del comienzo de la guerra estableció que Ucrania acabaría siendo dividida en varios pequeños estados, después de un proceso de «desnazificación». Pero un punto en contra es su edad, tiene dos años más que Putin. Por ello, algunos consideran que más bien sería una figura de transición.

Dmitry Medvédev, el títere

José Ángel López Jiménez, Profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), nos comenta que otro nombre a tener en cuenta es el de Dmitry Medvédev, antiguo presidente de la Federación Rusa, entre 2008 y 2012. Su perfil ha evolucionado desde una posición liberal y moderada a un halcón agresivo con una retórica incendiaria contra Occidente a la que amenaza con el uso de las armas nucleares.


Dmitry Medvédev

Si bien es más joven que el líder ruso y en el exranjero era considerado como una posibilidad de cambio, internamente fue tachado de lacayo. Un mero peón tilizado por Putin para recuperar el poder. Y el líder ruso aprovechó para debilitarlo progresivamente y de primer ministro pasó a ser vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia. Al tiempo que una corruptela inmobiliaria valorada en mil millones de euros expuesta por el opositor Navalny dañó gravemente su imagen.

El politólogo Nikolai Petrov le dijo al medio ruso Meduza que si el comportamiento de Medvédev durante la guerra hubiera sido diferente, la actitud de la élite política rusa hacia él habría sido mucho más crítica. «Habría sido el representante más natural de la contra-élite en oposición a Putin. De modo que hace todo lo posible para disipar las dudas, demostrando a Putin que está fuera de toda sospecha y a Occidente que no tiene nada que ofrecerles», afirmaba Petrov. Y una fuente cercana al Kremlin lo llamó un «tren blindado en una vía de repuesto» que podría ser útil para Putin algún día.

Dmitry Patrushev, ‘el principito de San Petersburgo’

El profesor López Jiménez también menciona al hijo de Nikolai Patrushev, Dmitri, como descendiente de lo que su padre llama «la nueva nobleza». La reputación de la familia ha jugado un papel destacable en su promoción. Comenzó en el Ministerio Federal de Transporte, y su ascenso fue meteórico. Con apenas 42 años, ‘el príncipe de San Petersburgo’ fue elegido en 2018 para el cargo de ministro de Agricultura de Rusia y pertenece al Consejo de Administración de un peso pesado de la industria como es la empresa Gazprom.


Dmitry Patrushev

Un historial que completa con haberse graduado en la academia FSB, en el tiempo en que la dirigía su padre. Y haber ocupado la dirección del Banco Agrícola Ruso al que le generó deudas. Si bien sería considerado un elección renovadora para Rusia, otros piensan que su ascenso podría provocar ciertas fricciones con los miembros del ámbito militar.

Mijaíl Mishustin, el recaudador de impuestos

En caso de muerte o enfermedad que le impida desempeñar a Putin sus funciones y según el artículo 92.3 de la Constitución rusa, el escenario más probable es que el poder pase al primer ministro ruso, es decir Mijaíl Mishustin, quien pasaría a ser el presidente interino, como dictan las reglas formales, hasta la convocatoria de elecciones.


Mijaíl Mishustin

Poco a poco este hombre de 56 años ha ido apuntalando su posición. En 2020 cuando se produjo la renuncia colectiva del gobierno de Dmitri Medvedev porque Putin quiso impulsar cambios constitucionales que le permitieran perpetuarse como presidente entró en escena. Putin lo escogió, en contra de las expectativas, dado que por esa época era el director del Servicio Federal de Impuestos. Desde entonces, ha sido un leal administrador, fundamental para hacer frente a las sanciones económicas de Occidente. Y ha modernizado el sistema fiscal ruso, hasta el punto que el ‘Financial Times’ lo llamó ‘el recaudador de impuestos del futuro’.

Es ingeniero, tiene un doctorado en economía, y es experto en tecnología. Un tecnócrata que hacía comentarios del tipo: «Si no entendemos cómo el mundo se está desarrollando y cuáles son sus reglas, si insistimos en que nuestro país es parte del orden antiguo, seremos víctimas del nuevo mundo», decía al periódico ruso Kommersant. Los expertos lo describen como un tecnócrata obediente.

Serguéi Sobyanin, el alcalde

Una máquina política que lleva ejerciendo desde hace trece años el papel de gobernador de la provincia de Moscú, la más rica de Rusia. Anteriormente este hombre de 65 años fue gobernador de la región de Tyumen una zona rica en petróleo de 2001 a 2005, y viceprimer ministro de Putin de 2008 a 2010, goza de buenas relaciones con algunos de los oligarcas más poderosos, lo que lo coloca en una buena posición con la élite económica. Como alcalde ha realizado una labor que se vio interrumpida por las sanciones.


Serguéi Sobyanin

Aleksey Dyumin, el guardaespaldas

Antiguo guardaespaldas de Putin y gobernador de la región de Tula desde 2016. Es un veterano del Servicio de la Guardia Federal que una vez contó que salvó al líder ruso del ataque de un oso pardo usando una pistola reglamentaria ‘in extremis’ y evitando a Putin una muerte segura. Se ganó así su confianza, convirtiéndose en uno de sus favoritos. Y ahora su nombre se considera para ser un posible relevo del ministro de Defensa ruso, pero eso es tan solo una posibilidad.


Aleksey Dyumin caminando junto a Putin

Sirvió en el Servicio Federal de Seguridad Ruso, el FSB. Y según el periódico británico ‘Daily Mail’, Dyumin dirigió en secreto la operación de 2014 para sacar de Crimea al depuesto presidente ucraniano Viktor Yanukovych y llevarlo a Rusia. Poco después fue nombrado viceministro de Defensa de Shoigú, puesto que ejerció solo durante dos meses. También puso en marcha una escuela de entrenamiento de drones para las tropas del Kremlin y los agentes del servicio secreto para atacar a Ucrania.

Serguéi Kiriyenko, ‘Kinder sorpresa’

Fue elegido, para el asombro de todos, como Primer Ministro por Boris Yeltsin en 1998, a la edad de 35 años, convirtiéndose en el primer ministro más joven de Rusia. Como resultado de ese hecho los rusos lo apodaron el «Kinder Sorpresa». Solo duró cuatro meses en el puesto, porque agravó la deuda nacional y sumió a Rusia en una profunda crisis financiera, por lo que se vio obligado a presentar su renuncia. Fue durante ese periodo de tiempo cuando nombró a Vladimir Putin como jefe de la agencia de inteligencia rusa FSB y Putin le devolvió el favor salvando su carrera política.


Serguéi Kiriyenko

Fue jefe de la empresa de energía nuclear Rosatom y subjefe del gabinete de la Administración Presidencial Rusa. Y en la guerra de Ucrania. se le asignó la supervisión y administración de la anexión ilegal de las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Zaporizhia y Kherson y se encargó de la realización de los referéndums. Un ex alto cargo llegó a referirse a Kiriyenko en un medio ruso como «el virrey del Donbás».

La confianza que ganó del líder ruso dió sus frutos cuando su hijo fue nombrado CEO de la compañía VKontakte, la versión rusa de Facebook. «Es un hombre ideológicamente muy flexible, que nunca irá contra el viento», dijo uno de sus antiguos colegas al diario francés ‘Le Figaro’. Y un documental ruso independiente lo describía como «tan eficiente y racional como oportunista». Con un perfil reformista y buenos contactos con la inteligencia rusa.

Desde el ‘Darth Vader’ de Rusia a Prigozhin

Otros nombres que se han hecho eco, aunque que la coyuntura de los últimos meses hacen que las cosas sean más inciertas para ellos es el ministro de defensa Serguéi Shoigú, uno de los hombres del círculo de confianza de Putin a cargo del Ministerio de Defensa, protagonista de los ataques y discursos encendidos que realizó en los últimos meses el líder del grupo Wagner. Otro caso más complicado es el de Alexander Bortnikov, el que fuera jefe del Servicio de Seguridad de Rusia (FSB), que conoció a Putin en el KGB de Leningrado.

El profesor Ángel López, nos recuerda que «los líderes de las facciones del Partido Comunista de Rusia, Maxim Suraykim y el populista Pavel Grudinin, concurrirán a las elecciones presidenciales del 2024. Y también hay figuras ultra-conservadoras, como el líder de Rusia Ortodoxa, Iván Otrakovsky, con cierta pujanza».

Además sobresalen Igor Sechin, llamado por los medios rusos el «Darth Vader» del Kremlin», y los diplomáticos se refieren a él como «el cardenal gris del Kremlin», debido a su influencia al frente del titán petrolero Rosneft, un segundo al mando no oficial de Vladimir Putin. En esa misma tónica está Serguéi Chemezov, exagente de la KGB, próximo a Putin y CEO del conglomerado de defensa Rostec. López matiza que «no hay que olvidar todavía al propio Prigozhin pero dependerá de si estamos realmente ante un cambio abrupto o no».

Recordemos que Prigozhin tenía una fábrica de trolls que según las investigaciones de los medios estaba vinculada a 400 empresas. Además como informa Meduza hay seis empresas registradas a su nombre que aún no se han disuelto. Y establecen que «Prigozhin también se desempeña como director de la compañía de bienes raíces que administra legalmente el PMC Wagner Center y posee el 49% de un negocio de distribución de películas. Además, posee el 80% de otra empresa de administración y arrendamiento de propiedades. Los periodistas de Verstka Media vincularon a Prigozhin con varias empresas no registradas a su nombre que reportaron ganancias récord en 2022«. Con lo que su poder sigue siendo una amenaza.

Un legado problemático

Ante la posibilidad de un cambio Andrea Kendall-Taylor y Erica Frantz, en su artículo en ‘Foreign Affairs’ dicen que «el historial de transiciones políticas que siguen a la salida de líderes autoritarios de larga data ofrece poco espacio para el optimismo. El camino hacia una Rusia mejor no solo es estrecho, es traicionero. Los líderes autoritarios rara vez pierden el poder mientras aún libran una guerra que iniciaron…lo que hace menos probable un cambio positivo. Lo que es más, los regímenes autoritarios sobreviven con mayor frecuencia tras la partida de líderes veteranos como Putin».


Riesgo de destitución según el tipo de gobierno

y tiempo en el poder

Riesgo de destitución

según el tipo de gobierno

y tiempo en el poder

También explican que «no todos los autócratas son duraderos; solo una cuarta parte de los autócratas posteriores a la Guerra Fría han gobernado durante 20 años o más». Desde el final de la Guerra Fría, el 40% de los líderes que han estado en el poder durante 20 años o más han renunciado al poder al morir. Desde el final de la Guerra Fría, los regímenes autoritarios han sobrevivido al 89% de los líderes de mucho tiempo que murieron en el cargo. De modo que sostienen que los sucesores de los líderes fallecidos tienden a seguir librando las guerras de sus predecesores incluso cuando esas guerras van mal.

«La politóloga Sarah Croco descubrió que es probable que los sucesores que provienen del régimen continúen los conflictos que heredan, dado que serían vistos como culpables de una derrota en tiempos de guerra. En otras palabras, incluso si el sucesor de Putin no comparte los mismos objetivos en tiempos de guerra, a este líder le preocupará que cualquier acuerdo parezca una pérdida que termine abruptamente con su mandato», señalan. Por tanto, ¿qué es reinar? a día de hoy un camino incierto que puede no tener un buen final.